Belssana

Muchas veces producto de malos movimientos, esfuerzos innecesarios o cuando llevamos a cabo una actividad deportiva prologada vienen las lesiones musculares que tanto pueden afectarnos, en esta nota voy a contarte qué son y cómo prevenirlas. Las lesiones generalmente aparecen de manera bastante desapercibida, por lo que se torna importante detectarlas a tiempo para tratarlas y que estas no se agraven.

Existen dos tipos de lesiones, las más progresivas que se dan por acumulación y las que se dan espontáneamente. Las primeras se producen por un entrenamiento constante y exigido de un musculo y no son muy molestas; las mismas se curan básicamente con reposo, ya que se necesita un descanso prolongado para que este malestar no continúe creciendo y desemboque en algo peor. Por ejemplo, un tipo de lesión progresiva es lo que conocemos como contracturas, este dolor acentuado en algún musculo normalmente es provocado por una sobrecarga de la parte dañada, que se da por adoptar malas posturas o por sobrepeso. Una manera de remediarlas son los masajes que acaban con el malestar, pero ojo, ya que si estas no tienen un tratamiento adecuado las mismas pueden hacerse crónicas.

Luego se encuentran las lesiones directas, las cuales tienen mucha más gravedad ya que se trata de un daño que se produce directamente en el músculo, que se da por la mala ejecución de un ejercicio. Quizás uno de los más conocidos es el tirón musculas que causa bastante dolor y en muchos casos hasta se producen hematomas. La mejor manera de curarlo es reposo, ahora si ya tiene un estado mas avanzado y se trata de un desgarro muscular, el dolor será mucho mayor ya que se rompen las fibras musculares y se necesita un tratamiento mucho más extenso para curarlo.